Estimados lectores, les presentamos a continuación nuestro informe para la empresa agropecuaria correspondiente al bimestre octubre-noviembre 2024. Esta es otra de nuestras formas de estar en contacto con ustedes, acercándoles la mirada de El Criterio sobre la actualidad del sector y esperamos que sea de su interés.
Ganadería
Primavera con buenas lluvias que traen alivio
El panorama que nos dejó octubre y noviembre refleja una situación compleja en el sector ganadero. Si bien las lluvias han tenido un efecto muy positivo sobre las condiciones forrajeras generando alivio para los productores, los precios del mercado siguen mostrando una tendencia preocupante, especialmente en el caso de los terneros.
El precio del ternero de 160-180 kg en torno a los $2800/$3400 por kilo, con algunos cambios en los últimos meses, indica una falta de dinamismo en este segmento del mercado. Este comportamiento es atípico, dado que en épocas de condiciones favorables en los campos, los precios deberían reflejar un mayor interés por parte de los compradores. Al igual que la invernada, el gordo lleva varios meses estancado con caídas significativas en términos reales.
En el plano internacional las noticias son más alentadoras. En las últimas semanas, los precios FOB de referencia para distintos cortes de carne con destino a China aumentaron un promedio del 3% después de varios meses de estabilidad. Por otra parte, Argentina apunta a ampliar sus mercados de exportación, donde la carta de presentación es la trazabilidad individual electrónica obligatoria, anunciada recientemente por las autoridades. Este sistema, que busca consolidar la presencia de la carne argentina en mercados más exigentes, comenzará a aplicarse el 1ro de marzo del próximo año y será plenamente obligatorio a partir del 1ro de julio del 2026.
A pesar de la baja en otras categorías, la vaquillona preñada ha mostrado un repunte real en los últimos meses (1000/1100 u$s/Cab), lo cual es interesante. Esto podría estar relacionado con una demanda más estable o con la percepción de que las vacas preñadas tienen un mayor valor a futuro debido a la potencial reproducción y mejora de la oferta en el largo plazo. Además, este comportamiento puede estar vinculado a expectativas de recuperación de la oferta ganadera a medida que la situación forrajera mejora.
La caída en los precios de las vacas a faena es otro factor importante (1200/1350 $/kg) que refleja una tendencia a la baja en una categoría que en tiempos de mayor demanda o mejores condiciones de pastoreo podría haber mantenido o incluso incrementado su valor. Esto podría estar relacionado con una oferta mayor a la esperada de animales para faena o con un enfriamiento de la demanda en ese segmento específico.
La falta de una señal clara que cambie la tendencia genera incertidumbre en el mercado. Los factores que influyen en los precios del ganado son diversos y pueden estar relacionados con aspectos internos (como costos de producción o decisiones de los productores) y externos (como las exportaciones, la demanda internacional, o políticas agrícolas). Además, los cambios en los precios del forraje y la alimentación también pueden estar afectando la rentabilidad de los productores, lo que influye en sus decisiones de compra y venta.
En resumen, el sector ganadero parece estar atravesando un momento de incertidumbre, con precios relativamente bajos en la mayoría de las categorías, excepto en la vaquillona preñada. Aunque las lluvias han mejorado las condiciones forrajeras, el mercado sigue estancado en términos de precios y la falta de señales claras sobre el futuro inmediato hace difícil predecir cómo evolucionará la situación.
Agricultura
Gran expectativa de producción para la campaña 2024/2025
El análisis actual del negocio agrícola presenta variables claves que están afectando tanto el mercado internacional de granos como el mercado local, con un enfoque particular en los riesgos y oportunidades derivados de la política económica global y los factores climáticos en Sudamérica.
El aspecto más destacado en el ámbito internacional de las últimas semanas es la victoria de Trump, la cual ha generado expectativas de una revalorización del dólar debido a sus políticas económicas como es el aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Un dólar más fuerte podría impactar
negativamente en los precios de los granos a nivel global debido a que encarecería las exportaciones para países que no están dolarizados. Además, podría implementar un aumento de aranceles a los productos importados que afectaría negativamente las relaciones comerciales, especialmente con países como México y Canadá, generando distorsiones en los flujos comerciales y aumentando la incertidumbre en el mercado, lo que añadiría presión bajista a los precios de los granos.
La política de Trump también incluye la no promoción de biocombustibles, lo que podría reducir la demanda de productos agrícolas destinados a la producción de etanol y afectar de manera
adicional a ciertos mercados de granos como el maíz.
Comenzó la cosecha de fina y, salvo algunas zonas donde la sequía de invernal pego duro, en general se registran rendimientos que entusiasman. Según distintas fuentes, estiman una producción nacional de trigo entre 19 y 19.5 millones de toneladas y unos 5.2 millones de toneladas de cebada.
Por otro lado, avanza a paso firme la siembra de gruesa 24/25 y el estado de los cultivos en general es bueno. En cuanto a soja, en nuestro país se proyecta con una superficie sembrable de 17.5 millones de hectáreas y, sobre la base de un rendimiento medio esperable de 2.9-3 tn/ha, es factible alcanzar una producción cercana a 51-52 millones de toneladas. En el caso del maíz, la superficie es de 8 millones de hectáreas y las estimaciones arrojan una producción de 52 millones de toneladas. En tanto, el área implantada de girasol es de 2.1 millones de hectáreas, dando un volumen estimado de 3.5-4 millones de toneladas.
En resumen, si el clima acompaña y no hay sorpresas, el campo se encamina a la segunda mayor producción de la historia en la campaña 24/25 con una producción total del 143.2 millones de toneladas de grano y exportaciones agrícolas que aportarían unos 35.500 millones de dólares.
El contexto actual está marcado por una alta volatilidad tanto a nivel internacional como local. En este entorno, los productores deben adaptarse al nuevo escenario, evitando la necesidad de vender en momentos de cosecha y utilizando coberturas para mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de los precios.
La evolución de los cultivos y los rendimientos serán claves para mejorar la situación financiera de las empresas, especialmente en un contexto de costos en dólares en aumento.
Administración
¿En que andan las empresas?
Las lluvias han aliviado temporalmente la presión sobre la preocupación inmediata de las empresas, que era la sequía y sus efectos sobre la producción. Sin embargo, este alivio es solo temporal, ya que el precio de los granos y el anuncio sobre una reducción de retenciones que no llega, siguen siendo preocupaciones clave para las empresas en el mediano plazo. En este contexto, muchas de las empresas se encuentran con una rentabilidad en terreno neutro o incluso negativo, lo que resalta la vulnerabilidad del sector frente a fluctuaciones de precios globales.
Por su parte, el gobierno a punto de cumplir un año de gestión sigue dando batalla en términos de políticas económicas (sin una devaluación significativa ni una baja relevante en impuestos o retenciones) y se proyecta que la situación económica permanecerá estable y sin grandes cambios, al menos hasta las elecciones. Esto implica que las empresas no podrán depender de “grandes sorpresas” económicas para mejorar su rentabilidad, lo que pone aún más énfasis en la gestión interna y la optimización de recursos.
La inflación por debajo del 3% mensual es una señal positiva, especialmente considerando el historial de alta inflación en el país. Esta situación ayuda a la estabilidad económica, pero hay que tener en cuenta que la inflación anual esperada sigue siendo alta (alrededor del 20%). En tanto el dólar oficial subiendo al 2% y la caída de los otros dólares con una brecha más baja (cercana al 3%), son indicadores de estabilidad cambiaria relativa. Esto mejora la previsibilidad para las empresas, aunque los tipos de cambio paralelos siguen siendo una variable a considerar.
El nuevo paradigma: eficiencia y eficacia. En este contexto, las empresas deberán ser más eficientes y eficaces para mantenerse rentables. La eficiencia se refiere a la capacidad de lograr los objetivos utilizando la menor cantidad posible de recursos, lo que incluye no solo la producción sino también la gestión de ventas, compras, capital humano y logística. Las empresas que no sean capaces de optimizar estos aspectos pueden enfrentar serias dificultades en un entorno de rentabilidad ajustada.
Por otro lado, la eficacia se refiere a la capacidad de las empresas para alcanzar los objetivos planteados. Esto implica tomar decisiones clave en momentos oportunos, como por ejemplo, ventas de granos o hacienda y compras de insumos relevantes en la producción, cuando los valores son atractivos. No tomar estas decisiones en el momento adecuado puede significar perder oportunidades cruciales.
Las empresas deben adaptarse constantemente a los cambios que se presentan en el entorno. En un mundo en el que la tecnología, las preferencias de los consumidores y las condiciones económicas están en constante evolución, la capacidad de adaptación se ha convertido en una habilidad clave para la supervivencia y el éxito a largo plazo. Las estrategias como la compra anticipada de insumos, el uso de créditos largos para renovar maquinaria, la capacitación del personal, la mejora de ventas, la cobertura de precios y la búsqueda de alianzas estratégicas pueden ser claves para mantener la competitividad. Además, debe considerarse la escala de producción necesaria para ser rentable, ya que en un entorno de márgenes ajustados, la eficiencia a gran escala puede marcar la diferencia.
Aunque la macroeconomía muestra señales positivas, las empresas agropecuarias enfrentan un escenario desafiante a nivel micro, donde la rentabilidad está al límite y la eficiencia en la gestión de recursos será clave para sobrevivir y prosperar. Las decisiones tomadas en este contexto marcarán el éxito o el fracaso de las empresas en los próximos meses.
“Es tan difícil emprender y requiere tanto esfuerzo, que es fundamental la pasión.
La pasión está, además, de la mano del enamoramiento con la idea, el producto o el equipo”
Marcos Galperín, Fundador y CEO de Mercado Libre.
Hasta el próximo informe,
les deseamos felicidades y un buen comienzo de año.
Un cordial saludo.